Uno de los lugares con más riesgo a acumular suciedad y bacterias es el baño, debido a que constantemente está expuesto a la humedad. Si bien esto afecta paulatinamente las paredes, accesorios y mamparas, haciendo que pierdan su brillo, hay algunas cosas que puedes hacer en su limpieza para retardar los efectos destructivos del tiempo, la humedad y los cambios de temperatura.  

Un mantenimiento constante a las paredes y mamparas del baño impide que la suciedad, el moho y las bacterias se acumulen. Lo ideal es limpiarlas al menos dos veces por semana, y una vez al mes, hacer limpieza profunda. También depende mucho en cuantas personas usen la ducha y con qué frecuencia. Lo primordial es evitar que se quede la humedad, ya que es el peor enemigo de las paredes y mamparas de baño. La única manera de combatirla es previniéndola con una buena ventilación, y secando lo más posible con una microfibra especial para cristales, que no deje pelusa o restos de material.  

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